Biscornú
La palabra francesa biscornú da nombre a este peculiar cubo octogonal que puede servir para diversas finalidades: alfiletero, sachet oloroso, adorno y tantas otras como vuestra imaginación quiera darle a este original cojincito.
En función del uso que queramos dar a nuestro biscornú elegiremos un gráfico más o menos grande, teniendo en cuenta, igualmente, el tipo de tela que vayamos a usar. Como referencia para Aida 14, yo diría que las medidas irían desde 20x20 cuadritos para buscatijeras hasta aprox. 50x50 para alfiletero.
Los biscornús suelen tener gráficos diferentes en cada cara, la única condición es que sean del mismo tamaño. Por tanto, en primer lugar, bordaremos los dos motivos elegidos, delimitando a continuación un cuadrado alrededor del bordado con un pespunte (Backstitch), tendiendo en cuenta de que en ambas telas quede el cuadrado con el mismo número de puntadas, no importa que sea número par o impar.
Recortamos la tela sobrante alrededor de este cuadro dejando unos 7mm de margen. Conviene sobrehilarlo para que no se deshilache.
El pespunte que hicimos alrededor será lo que nos sirva de línea de costura. La forma tan peculiar del biscornú viene determinada por el punto de unión de las dos telas, la esquina de una con el centro de la otra.
Partiendo, pues, de la esquina de la tela inferior pinchamos desde arriba en la puntada central y a continuación en la primera puntada desde la esquina de la tela inferior. En los cuadrados con puntadas pares no hay una puntada central, ya que el centro estará justo entre dos puntadas. Pero no importa, se pinchará en la anterior o posterior. Eso no deformará el biscornú.
A continuación, pinchamos en la primera puntada a la izquierda del agujero por donde sacamos el hilo. A partir de aquí siempre volveremos a pinchar desde arriba en la siguiente puntada de ambas telas.
Continuaremos cosiendo de esta forma, también cuando lleguemos a la esquina aunque ahora la siguiente puntada sea en el otro lateral del cuadrado.
Poco a poco, el biscornú irá adquiriendo su forma característica.
Cuando quede ya sólo una pequeña abertura, procederemos a rellenar el interior.
Cuando nos parezca que ya tiene la consistencia deseada, continuamos cerrando hasta el final. Parecerá que nos sobra una puntada en la tela inferior, pero esto es debido a que comenzamos desde la esquina en lugar desde una puntada. Por tanto ahora, después de recoger la última puntada inferior, pincharemos en la esquina de arriba y rematamos hacia el interior.
Ahora es el momento de coser los botones. Traspasaremos el biscornú varias veces para fijar los botones en ambos lados, tensando bien el hilo para que quede el centro hundido. Necesitaremos un hilo resistente como, por ejemplo, hilo de torzal o, en su defecto, hilo de bordar con varias hebras para evitar que éste se rompa.
Ahora es el momento de coser los botones. Traspasaremos el biscornú varias veces para fijar los botones en ambos lados, tensando bien el hilo para que quede el centro hundido. Necesitaremos un hilo resistente como, por ejemplo, hilo de torzal o, en su defecto, hilo de bordar con varias hebras para evitar que éste se rompa.