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Bola Quaker

Quakerball

Se trata de una bola bordada (en este caso con motivos Quaker) formada por tres diferentes formas geométricas: cuadrados, hexágonos y octógonos. Se necesitan 12 cuadrados, 8 hexágonos y 6 octógonos.

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Es aconsejable dejar 1,5-2 cm de margen alrededor de cada pieza y sobrehilarla debidamente para que no se deshilache al manipularlas durante el montaje. En la imagen se ve cómo queda tanto con un sobrehilado sencillo (parte inferior) como con una vuelta doble formando X (parte superior).

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Ahora nos organizamos las 26 piezas en tres grupos para confeccionar la bola por partes. Distribuiremos 3 cuadrados, 4 hexágonos y 3 octógonos para cada mitad de nuestra bola, quedándonos 6 cuadrados para la unión de las dos mitades.

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Vamos uniendo las piezas con la técnica que aprendimos con el biscornú: se ponen las dos telas por el lado derecho con los pespuntes que delimitan cada pieza frente a frente y sencillamente vamos uniendo una puntada de la tela superior con la correspondiente de la tela inferior. En la imagen se ve perfectamente. He utilizado un hilo de diferente color para que destaque mejor.

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Los cuadrados tienen 20 puntadas en cada lateral. Sin embargo, en los hexágonos y octógonos tenemos laterales inclinados que tienen menos puntadas, 8 (en los hexágonos) y 14 (en los octógonos) respectivamente. Al coser la bola, a veces nos tocará unir laterales con diferente número de puntadas, por ejemplo si nos toca unir un cuadrado con un lateral inclinado de un octógono o de un hexágono. ¿Cómo proceder entonces? Sencillamente, habrá que pinchar 2 ó 3 veces en algunas puntadas, según se requiera. Sólo hay que colocar las dos telas enfrente y seguir las puntadas. En la foto se aprecia que el lateral inferior tiene menos puntadas que la tela superior y que la puntada donde está clavada la aguja ya lleva un hilo anterior.

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Bien, en primer lugar uniremos los 3 cuadrados a uno de los hexágonos como se ve en la foto de arriba, después los octógonos y, finalmente, los restantes hexágonos como se ven en las fotos a continuación.

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Con esto tenemos cosida la primera mitad de nuestra bola. Procederemos del mismo modo a unir las piezas de la segunda mitad. Además, aconsejo asentar también la tela por el revés (lo que será el interior de la bola) uniendo con unas puntadas largas las telas sobrantes.

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Llegados a este punto tenemos listas nuestras dos mitades y sólo nos falta unirlas a los 6 cuadrados que aún nos quedan sueltos.

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Para facilitar el comienzo, tomaremos uno de los cuadrados y buscaremos un octógono por uno de los lados rectos para que nos coincidan en ambas piezas 20 puntadas de unión. A partir de ahí, la propia bola nos irá indicando qué piezas de una mitad y de la otra hay que unir y dónde nos hará falta insertar otro de los cuadrados que aún nos quedan sueltos.

Seguimos cosiendo hasta unir todos los cuadrados pero sin cerrar la bola del todo para poder rellenarla de guata.

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Pero antes de rellenarla, volvemos del revés la tela sacándolo por esa abertura que dejamos y así podremos terminar de rematar el interior de la bola antes de rellenarla de guata. Sé que es un trabajo engorroso y puede parecer inútil porque no se va a ver pero así el aspecto exterior parecerá mucho más asentado.

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Volvemos de nuevo la bola del derecho y, ahora sí, ya podemos rellenarla por fin con guata. Lleva bastante, así que armaros de paciencia. Dejadla bien prieta para que la tela no quede holgada al cerrar la bola. 

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Cuando os parezca que lleva suficiente relleno, ya sólo queda cerrar las últimas costuras y estará finalizada vuestra bola para lucirla en vuestro hogar o para regalarla.

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